Hoy, 12 del 12 hace 12 años que naciste, David. La alegría que desprende la Natividad de Emil Nolde me recuerda a la felicidad con la que te recibimos, en el año 2003 ¡mi sobrino número uno! Disfruta de tu día y de este cuadro que he elegido para ti y del que tengo una docena de cosas que contarte:

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Esta obra se titula Heilige Nacht; la pintó en 1912 en su época de juventud tras una grave enfermedad como parte de un retablo de nueve telas al óleo de la vida del Cristo. Nolde mientras iba realizando los cuadros de la vida de Cristo, colgó en una pared los terminados, le gustó la composición y por ese azar fue como fue creado el políptico con el extra de que ese formato es el idóneo para reforzar la sacralidad del tema.

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¿Te has fijado como el pintor reduce a lo esencial las figuras en la escena y lo que consigue? La madre sonríe alzando al bebé y al fondo dibujó unas estrellas amarillas; así la composición nos da una sensación de alegría. Todo esto de mostrar los sentimientos es muy típico de los expresionistas como Nolde.

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¿Sabías que los colores fuertes y puros son resultado de influencia de otros pintores como el apasionado Van Gogh¹, el exótico Gauguin y el místico Munch²?

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También te habrás dado cuenta de que no es la típica representación del nacimiento, por eso los expertos dicen que se aleja bastante de la iconografía tradicional: las figuras tienen caras angulosas que recuerdan las máscaras del arte primitivo, seguramente por la curiosidad que tenía por el arte popular alemán, egipcio, asirio, tribus africanas que conoció en sus visitas a los museos berlineses.

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Como ves, los cuadros de temática religiosa son sin duda de lo mejor de su producción. Este tema era habitual entre sus compañeros de El Puente que buscaron en la religión consuelo a los acontecimientos políticos y la inhumanidad del mundo; pero en la obra de Nolde ocupan un lugar mucho más importante, incluso llegó a estudiar las obras religiosas de Rembrandt, Rubens,Tiziano, Giorgione y, por supuesto, a Velázquez y a Goya cuando estuvo en el Prado. Como todos los artistas fue un consumidor del arte de otros artistas.

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Fue la tía Moni quien me descubrió este pintor porque le gustaban mucho sus versiones de mar de otoño, pinturas arriesgadas cercanas a la abstracción que no le interesó nunca, con expresivos contrastes que nos acercan al entorno costero de su infancia.

Se dice que disfrutaba tanto de la naturaleza como de la técnica de la la acuarela; muchos inviernos salía a pintar del natural por el placer de disfrutar cuando el frío cristalizaba en forma de nieve sus aguadas en el papel. Una actitud inclasificable mezcla de panteísmo, expresionismo formal, impresionismo y estética romántica.

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Por cierto, Nolde no es su apellido, lo cambió por el de la localidad dónde nació porque la naturaleza era una de sus protagonistas. Le gustaban los temas sin tiempo, era un ensimismado de su obra que no sólo dibujaba sino que analizaba en los muchos escritos de memorias y apuntes que dejó.

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Hizo un viaje alucinante a Nueva Guinea pasando por Rusia, China, Corea, Japón y el Pacífico Sur. En su estancia en Suiza, además de hacerse miembro de un club de alpinismo, pintó unas acuarelas humorísticas en las que las montañas se transforman en gigantes con rostro humano que vendió en 10 días más de 10.000 ejemplares. Pero finalmente se retiró a pintar a su casa (actual sede de la Fundación y museo), al norte de Alemania, cerca de la frontera con Dinamarca, rechazando lo cospomolita y la modernidad.

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Vivió en un período histórico un poco complicado: desde la Alemania de Bismarck, la expansión colonial, la República de Weimar, el Tercer Reich, el nazismo y las dos guerras mundiales

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La verdad es que da un poco de pena: era ferviente admirador de la Biblia y quería que sus cuadros adornasen capillas o lugares de culto pero la Iglesia fue la primera en rechazar su obra.

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Paradójicamente sus creaciones fueron catalogadas como Arte Degenerado, algo incomprensible porque era simpatizante nazi por su ideología nietzschiana. Formalmente seguía las vanguardias pero en realidad era conservador, místico y romántico. Pero los nazis³ no estaban interesados en sutilezas y matices y prohibieron su pintura. Se confiscaron un total de 1052 trabajos suyos. ⁴

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En 1941 se le prohibió pintar en Alemania, así que comienza una serie denominada cuadros no pintados⁵ que duró ocho años de intensa y secreta actividad creativa.

En un rincón escondido de su casa pintó más de 1.200 acuarelas —por miedo a que el olor del óleo le descubriera— de tamaño pequeño —sobre veinte centímetros en papeles que iba reutilizando. Escribe un diario paralelo explicando su actitud, desde el punto de vista doloroso del artista que no puede pintar, pero sin hacer jamás una referencia a la situación política de Alemania.

Y con tu permiso, David, quiero felicitar a mi amigo Suso que también está de cumpleaños hoy, y a Natividad que está supercontenta, como estaba yo cuando naciste, porque dentro de unos meses será tía.